Capítulo 3. Una vez Argentina. Andrés Neuman. Editorial Anagrama.

Lo que mola del Premio Herralde de novela es que a veces es brutal y otras no tanto, pero sea lo que sea, siempre es una apuesta, una puerta que se abre, un riesgo. 
Esta novela que es una novela que llegó a ser finalista y aunque a mí me gusta cero, la verdad es que es una apuesta por escribir y contar de otra manera las cosas: por aquí, guay.
A mí Neuman me parece brillante escribiendo lo que escriba: cuentos, poesía, novela...y aquí tiene grande momentos, la lástima es que todo lo que nos cuenta es plano, aburrido, previsible y olvidable. Eso sí, hay grande momentos, literatura brillante, pero escasos, pocos, poquísimos para un libro de casi 300 páginas.
Es como si Andrés Neuman se hubiera travestido de abuela coñaza y nos persiguiera por el pasillo contándonos, mientras intentamos huir de sus palabras, su vida, hechos y acontecidos: una pesadez insufrible.
Me molan las novelas Muy rollo Joyce donde no pasa nada que es un argumento cojonudísimo para que pase de todo, para la reflexion, para la experimentacion...pero no es el caso, esta novela está a años luz de Al faro o Los enamoramientos o Nada se opone a la noche: novelas sin apenas trama pero con más vida dentro que el metro de la ciudad de NY  a las ocho de la mañana.
Este libro es plano como las tapas de ídem.