Las cenizas del paraíso. Donna Leon. Editorial Seix Barral.

Donna Leon es una sinvergüenza de tomo y lomo: se atreve a venderse como una gran dama de la novela negra y se tendría que vender, más atinadamente, como una gran dama de la novela marrón: marrón de mierda.
Yo no había leído nada de ella y este fue mi debut y despedida: me flipa la novela negra (aprovecho para recomendar dos joyas de inteligencia y buena buena buenísima literatura y de aquí, encima, Black black black de Marta Sanz y Lo que no está escrito de Rafael Reig, la una en Anagrama y la otra, en Tusquets y ambas maravillosas) y las novelas que intentan contar una historia de crímenes de otra manera; pero aquí es mero best seller, mera mierda que podría haber escrito Jorge Javier Vazquez o la tipa de El tiempo entre costuras: todo es un tópico, la Venecia que nos cuenta es digna de que se hunda ya y los personajes planos, la trama ridícula, la supuesta lección de historia es lamentable, todos los diálogos son de besugos, aburre por simple, por tosca, por su cero inteligencia; no es una novela es una desfachatez, vamos. Lo que me habrá cabreado leerla que me encantaría joder la marrana y contar el final: pero tampoco creo que a nadie le interese y si a alguien le interesa pues tampoco voy a ser tan cerdo.
Resumiendo: la aportación de la escritora ésta (la llamaremos escritora porque pone una palabra detrás de otra) a la literatura de género y a la literatura en general con estas "Cenizas" es equiparable a la de Manolo, el del Bombo, a la música o a la de Lina Morgan en "La tonta del bote" al séptimo arte: nula y punto y final.