Capítulo 9. Un tal Lucas. Julio Cortázar. Ediciones Alfaguara/Bruguera.

Queridos/as soy el bloguero más dejado de la vía láctea, llevo semanas sin escribir y contar pero arrepentido y cabizbajo: no voy a ser tan perro, lo prometo.
Después de mi mea culpa y tal; me pongo y os cuento lo que pienso de este libro, pues pienso bien, de miedo, excelente, de maravilla, pienso y me emociono.
A nadie le sorprende si escribo que Cortázar es el escritor francés de Argentina más imaginativo, más original y sorprendente que nunca ha existido y que antes que nada igual se vio y se leyó, ni nunca hubo antes un escritor francés de argentina (ahora, sí los hay pero son otra cosa...)
Un tal Lucas, el mío vamos, es un tomito gris y azul (precioso), rotillo y usado de los setenta y que pillé por dos euros un viernes de hace dos semanas en un puesto de  libros viejos en Malasaña: qué felicidad, por favor.
Qué originalidad, qué divertido, qué joven y qué sabio y qué tomadura de pelo y qué gusto que nos lo tomen.
No sé si es un libro de cuentos, no sé. Es una novela rara, puede. O un cuaderno y mil pensamientos y relatos de aquí y allá, seguramente. No es coherente, qué bien...da igual, es divertido, brillante, grande.
Tampoco sabemos muy bien lo que es la gran literatura pero lo es. Un tal Lucas vive aquí.